Tras su reciente separación, Irene se enfrenta por primera vez a la ausencia de su hija de cuatro años, que está pasando unos días con su padre. Incapaz de adaptarse a esta nueva realidad, decide viajar a un pequeño pueblo del pirineo catalán donde tiene una casa, buscando recuperar la seguridad y la calma que siente que hace tiempo ha perdido. Pero el lugar, que en el pasado fue tan familiar, se presenta poco a poco tan abrumador como su nueva vida y la acabará forzando a dejar de huir para enfrentarse a sus miedos.

COMENTARIO
En su tercer largometraje, Els encantats, la catalana Elena Trapé vuelve a centrar su mirada en la relación entre personajes y espacios, ubicados en esta ocasión en el medio rural. La película cuenta la historia de Irene (Laia Costa), una joven madre que, tras una ruptura, deja Barcelona para refugiarse en un pueblo del Pirineo catalán. Lo que busca es reencontrarse consigo misma, pero pronto descubre que el entorno natural no ofrece respuestas fáciles. Lejos de la visión idílica del campo, los fantasmas que la atormentan la acompañan también allí.

Como en otros trabajos de Trapé, Els encantats aborda los desafíos de la edad adulta y de una maternidad vivida desde la contradicción. El paisaje rural se muestra con belleza y afecto, pero sin caer en la postal turística. La protagonista, independiente y activa, encarna las nuevas formas de entender la maternidad y la identidad femenina.